1. Usuario Twitter: @Veroparraga
2. Contactos:
NOMBRE
|
TWITTER
|
Educación
infantil
|
@Educadoresinf
|
profesorasinfantic
|
@profesinfantic
|
ScolarTIC
|
@ScolarTIC
|
Educación 2.0
|
@educacion2
|
Aníbal Parra
|
@educalandia
|
Pedagoteca
|
@Pedagoteca
|
María del Mar
|
@mallemar
|
Salomé Recio
Caride
|
@salomerecio
|
RecursosPizarra.es
|
@Recursospizarra
|
EducaWiki
|
@educawiki
|
EducaciónTIC
|
@educacionTIC
|
educ@conTIC
|
@educaconTIC
|
Escuela en la
Nube
|
@escuelaenlanube
|
Educaclic
|
@Educaclic
|
Infantic
|
@InfanTIC
|
María Sanchéz
|
@cibermarikiya
|
Didactalia
|
@didactalia
|
Notilandia
|
@Notilandia
|
Peques y más
|
@pequesymas
|
Luna Mágica
|
@silviacbennasar
|
He elegido a todos
estos contactos porque creo que me pueden aportar, ayudar y enseñar información acerca de la educación
en infantil. También decir, que cada uno de estos seguidores me puede contribuir a una mejor formación para mí futuro en la vida laboral y profesional, ya que, nuestra sociedad poco a poco va cambiando y que cada vez se necesitan más docentes especializados con este tipo de recursos.
3. Historias del Bazar de los locos
@jqueralt es Joan Queralt Gil. Moodler y ahora mahareta (de mahara.org)
Bajo este rimbombante título lo
que quiero tratar es el papel de Twitter en la actualización profesional (y,
por qué no, personal) del profesorado. Partiré de mi experiencia personal y la
extrapolaré a otros profesores y profesoras. No sé (ni me importa) si el
resultado será del todo cierto, pero por lo menos habremos pasado un buen rato
hablando del tema, que no es poco.
Descubrí Twitter de la mano de mi
amiguete @xbelench allá por el mayo del año 2007. Me mostró cómo funcionaba y
lo que las APIs podian hacer con él. Yo, la verdad, como no seguía a nadie más
que a él, lo veía un poco soso. En su presentación en las Jornadas Espiral 07
recuerdo que, un poco en broma, le pregunté sobre sus aplicaciones didácticas y
él me respondió con un “¿Alguna otra pregunta?” con lo que nos reímos todos tan
a gusto. En aquel momento Twitter parecía uno más de los juguetes para frikis
que no tienen continuidad.
A partir de ahí lo fuí dejando y
me aficioné a otro servicio, Plurk, mucho más atractivo visualmente que el
pajarito de twitter, en el que seguía a alguna gente más. Sin embargo mi
frecuencia de “asome” no era demasiado grande, principalmente porque uno
termina un poco cansado del socorrido “Buenos días” que puede estar bien de vez
en cuando, pero que cuando se convierte en lo más apasionante que lees de
alguien cada día, cansa.
No recuerdo cómo fue que volví al
redil de Twitter. Esta vez, y sin proponérmelo, fui siguiendo a gente más
interesante que salían del mencionado “Buenos días”. Y sin apenas darme cuenta
me enganché. Creo que es clave aquello que dicen todos los manuales de Twitter
que se precian y que he sido incapaz de leerme enteros por cortos que sean:
sigue a gente interesante.
Uno de mis principios, sin
embargo, siempre ha sido: “Sigue a poca gente, porque con el poco tiempo de que
dispones, no harás nada más en todo el día”. Y así he hecho, si alguien mira a
cuánta gente sigo no paso de la setentena (y suerte que algunos casi ni
tuitean!). No quiero decir que no haya más de 70 personas interesantes, es que no
tengo tiempo para más. Y es cierto, lo sé, que no es necesario leerse todos los
tuits cada dia, si no simplemente entrar a twitter como el que entra en un bar
y ver “de qué se habla” en aquel momento: si te interesa, te añades, si no,
pasa.(Esta no es mia, es de @jrfern, pero me gustó y me la apropio;-).
Una de las cosas que más me ayuda
en el seguimiento de Twitter es TweetDeck, aunque estoy seguro que hay otros
programas que hacen lo mismo e incluso mejor. Pero como soy un poco
conservador, cuando encuentro algo que me sirve y me gusta, no lo cambio. Me he
creado distintas listas donde organizo mis contactos de manera que según el
tiempo de que dispongo leo una, dos o todas las columnas. Además, puedo crear
columnas por hashtags (etiquetas) o por búsquedas, cosa que me facilita seguir
las aportaciones a determinados temas. Por ejemplo, sigo la búsqueda “mahara”
que me da una extraña y divertida combinación de noticias sobre este programa
creador de eportafolios, una DJ llamada Mahara McKay y un movimiento religioso
(sobre este no puedo dar más info porque los tuits estan en un idioma
desconocidio).
Siguiendo con el tema de las
listas debo decir que las encuentro muy útiles e interesantes. Especialmente el
hecho de seguir las listas de otros twitters porque te ahorran gente a la que
seguir a la vez que te ofrecen un montón de gente interesante a la que leer.
¿Un ejemplo? La lista de elearning de @balhisay: imprescindible. Como en el
caso de los contactos, vale la pena seguir listas interesantes.
Bueno, ¿y qué es lo que me ha
enganchado de twitter? Básicamente un par de cosas: a nivel personal me ha
permitido mantener el contacto con amigos a la distancia (como @pvil,
@olgadiez,…) a la vez que crear de nuevos y, en cuanto tengo ocasion,
desvirtualizar (como @lolacarreno, @FelipeMorales,…). La segunda razón es a
nivel profesional porque twitter me mantiene perfectamente informado y con
notícias de primera mano sobre los temas que ahora mismo atraen mi interés:
educación, tecnología, elearning, LaTeX,….
¿Con qué otro medio podría saber
al minuto las últimas novedades de Moodle provinentes directamente de su
creador Martin Dougiamas (@moodler) o de las personas más cercanas
@moodlehelen, @lasic,@moodleman,…)? ¿O de Mahara @maharaproject con @mjollnir?
Volviendo al tema insinuado en el
título: ¿Qué hace twitter para mantenerme continuamente informado y formado? Lo
cierto es que a primera vista parece que más bien poco porque lo deja casi todo
en mis manos. Pero la realidad es que me ofrece un montón de información de
gran calidad: no es lo mismo un enlace sugerido por @jordi_a que el primero de
una búsqueda con google. La sugerencia ha pasado, por lo menos, por un par de
ojos en los que confío, lo que le da un valor añadido.
Muchas veces nos inscribimos (y
últimamente nos inscriben) en algunos “cursos” presenciales de los que uno
desearía huir por piernas ya al final de la primera sesión (eso me pasó
recientemente con un curso de postgrado, fue un infierno y sólo bajo tortura
diré quien lo organizaba). Pero con twiter eso no pasará nunca: cuando seguimos
a alguien que hace (o deja de hacer) algo que no nos satisface, simplemente lo
o la desfolloweamos (qué fea es la palabreja, pero…) y listo. ¡Cómo añoro esta
característica en la vida real! ¿A quien no le gustaría silenciar a más de un/a
bocazas?
Creo que me estoy autoformando
más y mejor siguiendo a gente interesante en twitter y viendo qué escriben, qué
leen, qué blogs visitan o comentan, que no en ese postagrado de
no-sé-cuantas-horas-eternas del que he hablado un poco más arriba o en otros de
similares.
¡Estamos hablando de educación
informal, señoras y señores! Sí, eso de lo que ahora empiezan a hablar y a
tener en cuenta los sabios sabihondos de la cosa educativa. ¿Lo veis como todo
está inventado? Simplemente hay que buscarle otro nombre.
En
un principio, mi sensación de ¿para qué sirve esto? no
varió. Deambulaba por mi perfil, buscaba a otros profesores twitteros para
añadirlos a mi timeline, pero seguía sin verle el punto.
Sin embargo, no tardé mucho en darme cuenta de que cada vez descubría más links
interesantes no por mis suscripciones rss o
por mis búsquedas en Google, sino gracias a los links que compartían esos
usuarios de Twitter a los que seguía. Ésta fue mi primera sorpresa, descubrir
que Twitter era un recurso increíble para compartir conocimiento y descubrir
webs, blogs, wikis, etc. que de otro modo nunca hubiera encontrado.
Tras
este primer descubrimiento, comencé a hacer un uso más frecuente de Twitter.
Después de encender mi ordenador lo primero que hacía era abrir el programa con
el que gestionaba mi perfil. Navegaba por internet, trabajaba en algún
documento, veía un vídeo, pero siempre andaba pendiente de los tweets que
aparecían en mi pantalla. Sin embargo, si Twitter sólo destacara por su eficacia
como herramienta para compartir conocimiento, estoy
seguro de que muy pronto me hubiera cansado. Pronto llegó mi segundo
descubrimiento para engancharme aún más.
Cuando
ya llevaba varios meses usando intensivamente Twitter, comencé a darme cuenta
de que mi lista de seguidores y seguidos aumentaba. En cualquier caso, esto no
fue lo fundamental. Lo que me sorprendió realmente fue descubrir que mi
relación con algunos de mis contactos era cada vez más estrecha. Pasé de seguir
sus tweets, a leer sus blogs, a contactar con ellos en otras redes sociales, a
intercambiar emails, en algunos casos a colaborar en distintos proyectos e
incluso a conocerlos personalmente.
Poco a
poco, Twitter se había convertido en mi claustro de profesores en la red, un
claustro con el que compartía mis inquietudes, del que aprendía y al que
ofrecía también mis experiencias. Y lo mejor de todo: un claustro inmenso que
carecía de fronteras.
Sin
lugar a dudas, este último descrubrimiento ha sido lo que ha terminado por
hacer de Twitter una herramienta indispensable para mi trabajo y para mi
aprendizaje diario. Cuando intento ordenar mi PLE (Entorno Personal de
Aprendizaje), para ser consciente de mi proceso de aprendizaje, sin lugar a
dudas, Twitter ocupa un lugar especialmente relevante como mi red social
profesional y como difusor de contenidos. Si hace dos años no hubiera hecho
caso a quienes me hablaban del pajaritocomo de
un gran descubrimiento, estoy seguro de que mi proceso de aprendizaje como
docente hubiera sido muy distinto y, seguramente, más lento y farragoso. Porque
precisamente una de las características que más aprecio de Twitter es su inmediatez, la
capacidad que tiene de difundir cualquier contenido casi al instante en que se
genera. Un claro ejemplo son los congresos, jornadas o encuentros que son
difundidos vía tweet por la organización o por los asistentes y que generan tan
interesantes discusiones.
Realmente no tengo ni idea, la verdad, todo comenzó un día de verano y por ahí seguimos, que se yo…. Realmente Twitter nunca me ha parecido nada del otro mundo, eso si, una potente herramienta de comunicación (no una Red Social, faltaría más…), pero con falta de alma –si existe claro-, mucho músculo pero sólo eso.
Entonces, para qué twittear?… Bien.. y para que pasear, y para que leer?…,
podría decir que es lo que se lleva, la Moda, pero no soy políticamente
correcto ni en lo que se lleva ni en la Moda, que sólo sé lo que significa en
Matemáticas, por lo demás…nada de nada.
Después
de leer varias historias en el "Bazar de los locos", las que más me
han llamado la atención han sido las relacionadas con la Educación. Estas son las que más me han gustado.
@jqueralt es Joan Queralt Gil. Moodler y ahora mahareta (de mahara.org)
Esta
historia de Joan Queralt es la que más se asemeja a mí, ya que mi experiencia con Twitter fue muy parecida. Yo empecé a usar Twitter de forma muy similar a la de
él, una amiga que había cursado la asignatura de Medios, Materiales y TIC, me
informó que se había registrado a Twitter gracias a esta asignatura y me indicó
cómo funcionaba. Me registré al poco tiempo de decírmelo, pero al cabo de
varios días me lo dejé porque no sabía a quién seguir y no tenía demasiados
contactos a los que seguir. Hasta que al cabo de un año, volví a acceder a
Twitter y descubrí que tenía varios seguidores a los que conocía y fue a raíz
de eso cuando comencé a explorar por estos mundos hasta ahora que no paro
de Tuitear cada cosa que se me ocurre o que me parece interesante sobre mi vida
personal y profesional.
Bajo este rimbombante título lo
que quiero tratar es el papel de Twitter en la actualización profesional (y,
por qué no, personal) del profesorado. Partiré de mi experiencia personal y la
extrapolaré a otros profesores y profesoras. No sé (ni me importa) si el
resultado será del todo cierto, pero por lo menos habremos pasado un buen rato
hablando del tema, que no es poco.
Descubrí Twitter de la mano de mi
amiguete @xbelench allá por el mayo del año 2007. Me mostró cómo funcionaba y
lo que las APIs podian hacer con él. Yo, la verdad, como no seguía a nadie más
que a él, lo veía un poco soso. En su presentación en las Jornadas Espiral 07
recuerdo que, un poco en broma, le pregunté sobre sus aplicaciones didácticas y
él me respondió con un “¿Alguna otra pregunta?” con lo que nos reímos todos tan
a gusto. En aquel momento Twitter parecía uno más de los juguetes para frikis
que no tienen continuidad.
A partir de ahí lo fuí dejando y
me aficioné a otro servicio, Plurk, mucho más atractivo visualmente que el
pajarito de twitter, en el que seguía a alguna gente más. Sin embargo mi
frecuencia de “asome” no era demasiado grande, principalmente porque uno
termina un poco cansado del socorrido “Buenos días” que puede estar bien de vez
en cuando, pero que cuando se convierte en lo más apasionante que lees de
alguien cada día, cansa.
No recuerdo cómo fue que volví al
redil de Twitter. Esta vez, y sin proponérmelo, fui siguiendo a gente más
interesante que salían del mencionado “Buenos días”. Y sin apenas darme cuenta
me enganché. Creo que es clave aquello que dicen todos los manuales de Twitter
que se precian y que he sido incapaz de leerme enteros por cortos que sean:
sigue a gente interesante.
Uno de mis principios, sin
embargo, siempre ha sido: “Sigue a poca gente, porque con el poco tiempo de que
dispones, no harás nada más en todo el día”. Y así he hecho, si alguien mira a
cuánta gente sigo no paso de la setentena (y suerte que algunos casi ni
tuitean!). No quiero decir que no haya más de 70 personas interesantes, es que no
tengo tiempo para más. Y es cierto, lo sé, que no es necesario leerse todos los
tuits cada dia, si no simplemente entrar a twitter como el que entra en un bar
y ver “de qué se habla” en aquel momento: si te interesa, te añades, si no,
pasa.(Esta no es mia, es de @jrfern, pero me gustó y me la apropio;-).
Una de las cosas que más me ayuda
en el seguimiento de Twitter es TweetDeck, aunque estoy seguro que hay otros
programas que hacen lo mismo e incluso mejor. Pero como soy un poco
conservador, cuando encuentro algo que me sirve y me gusta, no lo cambio. Me he
creado distintas listas donde organizo mis contactos de manera que según el
tiempo de que dispongo leo una, dos o todas las columnas. Además, puedo crear
columnas por hashtags (etiquetas) o por búsquedas, cosa que me facilita seguir
las aportaciones a determinados temas. Por ejemplo, sigo la búsqueda “mahara”
que me da una extraña y divertida combinación de noticias sobre este programa
creador de eportafolios, una DJ llamada Mahara McKay y un movimiento religioso
(sobre este no puedo dar más info porque los tuits estan en un idioma
desconocidio).
Siguiendo con el tema de las
listas debo decir que las encuentro muy útiles e interesantes. Especialmente el
hecho de seguir las listas de otros twitters porque te ahorran gente a la que
seguir a la vez que te ofrecen un montón de gente interesante a la que leer.
¿Un ejemplo? La lista de elearning de @balhisay: imprescindible. Como en el
caso de los contactos, vale la pena seguir listas interesantes.
Bueno, ¿y qué es lo que me ha
enganchado de twitter? Básicamente un par de cosas: a nivel personal me ha
permitido mantener el contacto con amigos a la distancia (como @pvil,
@olgadiez,…) a la vez que crear de nuevos y, en cuanto tengo ocasion,
desvirtualizar (como @lolacarreno, @FelipeMorales,…). La segunda razón es a
nivel profesional porque twitter me mantiene perfectamente informado y con
notícias de primera mano sobre los temas que ahora mismo atraen mi interés:
educación, tecnología, elearning, LaTeX,….
¿Con qué otro medio podría saber
al minuto las últimas novedades de Moodle provinentes directamente de su
creador Martin Dougiamas (@moodler) o de las personas más cercanas
@moodlehelen, @lasic,@moodleman,…)? ¿O de Mahara @maharaproject con @mjollnir?
Volviendo al tema insinuado en el
título: ¿Qué hace twitter para mantenerme continuamente informado y formado? Lo
cierto es que a primera vista parece que más bien poco porque lo deja casi todo
en mis manos. Pero la realidad es que me ofrece un montón de información de
gran calidad: no es lo mismo un enlace sugerido por @jordi_a que el primero de
una búsqueda con google. La sugerencia ha pasado, por lo menos, por un par de
ojos en los que confío, lo que le da un valor añadido.
Muchas veces nos inscribimos (y
últimamente nos inscriben) en algunos “cursos” presenciales de los que uno
desearía huir por piernas ya al final de la primera sesión (eso me pasó
recientemente con un curso de postgrado, fue un infierno y sólo bajo tortura
diré quien lo organizaba). Pero con twiter eso no pasará nunca: cuando seguimos
a alguien que hace (o deja de hacer) algo que no nos satisface, simplemente lo
o la desfolloweamos (qué fea es la palabreja, pero…) y listo. ¡Cómo añoro esta
característica en la vida real! ¿A quien no le gustaría silenciar a más de un/a
bocazas?
Creo que me estoy autoformando
más y mejor siguiendo a gente interesante en twitter y viendo qué escriben, qué
leen, qué blogs visitan o comentan, que no en ese postagrado de
no-sé-cuantas-horas-eternas del que he hablado un poco más arriba o en otros de
similares.
¡Estamos hablando de educación
informal, señoras y señores! Sí, eso de lo que ahora empiezan a hablar y a
tener en cuenta los sabios sabihondos de la cosa educativa. ¿Lo veis como todo
está inventado? Simplemente hay que buscarle otro nombre.
@Cometa23
es Guillermo Gómez Muñoz. Profesor de español para extranjeros en la
Universidad de Deusto.
Esta
historia de Guillermo Goméz Muñoz, también me ha llamado la atención, ya que
Twitter se ha convertido en la herramienta principal para el trabajo y el
aprendizaje diario de las personas, además de transmitir y compartir las
experiencias con los demás.
Hace
unos dos años comenzaba a oír hablar de Twitter. A decir verdad, en un primer
momento no le encontraba ni pies ni cabeza, por no decir que me parecía una
soberana tontería. Sin embargo, lo observaba con recelo ya que oía hablar de
esta herramienta precisamente a gente a quien admiraba y respetaba, gente que
además representaba para mí la vanguardia en la aplicación de herramientas
web2.0 a la educación. Precisamente esos recelos fueron los que a finales de
diciembre de 2008 me impulsaron a crearme una cuenta y comenzar a explorar
En
un principio, mi sensación de ¿para qué sirve esto? no
varió. Deambulaba por mi perfil, buscaba a otros profesores twitteros para
añadirlos a mi timeline, pero seguía sin verle el punto.
Sin embargo, no tardé mucho en darme cuenta de que cada vez descubría más links
interesantes no por mis suscripciones rss o
por mis búsquedas en Google, sino gracias a los links que compartían esos
usuarios de Twitter a los que seguía. Ésta fue mi primera sorpresa, descubrir
que Twitter era un recurso increíble para compartir conocimiento y descubrir
webs, blogs, wikis, etc. que de otro modo nunca hubiera encontrado.
Tras
este primer descubrimiento, comencé a hacer un uso más frecuente de Twitter.
Después de encender mi ordenador lo primero que hacía era abrir el programa con
el que gestionaba mi perfil. Navegaba por internet, trabajaba en algún
documento, veía un vídeo, pero siempre andaba pendiente de los tweets que
aparecían en mi pantalla. Sin embargo, si Twitter sólo destacara por su eficacia
como herramienta para compartir conocimiento, estoy
seguro de que muy pronto me hubiera cansado. Pronto llegó mi segundo
descubrimiento para engancharme aún más.
Cuando
ya llevaba varios meses usando intensivamente Twitter, comencé a darme cuenta
de que mi lista de seguidores y seguidos aumentaba. En cualquier caso, esto no
fue lo fundamental. Lo que me sorprendió realmente fue descubrir que mi
relación con algunos de mis contactos era cada vez más estrecha. Pasé de seguir
sus tweets, a leer sus blogs, a contactar con ellos en otras redes sociales, a
intercambiar emails, en algunos casos a colaborar en distintos proyectos e
incluso a conocerlos personalmente.
Poco a
poco, Twitter se había convertido en mi claustro de profesores en la red, un
claustro con el que compartía mis inquietudes, del que aprendía y al que
ofrecía también mis experiencias. Y lo mejor de todo: un claustro inmenso que
carecía de fronteras.
Sin
lugar a dudas, este último descrubrimiento ha sido lo que ha terminado por
hacer de Twitter una herramienta indispensable para mi trabajo y para mi
aprendizaje diario. Cuando intento ordenar mi PLE (Entorno Personal de
Aprendizaje), para ser consciente de mi proceso de aprendizaje, sin lugar a
dudas, Twitter ocupa un lugar especialmente relevante como mi red social
profesional y como difusor de contenidos. Si hace dos años no hubiera hecho
caso a quienes me hablaban del pajaritocomo de
un gran descubrimiento, estoy seguro de que mi proceso de aprendizaje como
docente hubiera sido muy distinto y, seguramente, más lento y farragoso. Porque
precisamente una de las características que más aprecio de Twitter es su inmediatez, la
capacidad que tiene de difundir cualquier contenido casi al instante en que se
genera. Un claro ejemplo son los congresos, jornadas o encuentros que son
difundidos vía tweet por la organización o por los asistentes y que generan tan
interesantes discusiones.
En resumen, Twitter ha supuesto para mí una gran oportunidad de contacto con muchísimos profesores a los que, de otro modo, me hubiera sido imposible conocer, un contacto que me ha permitido descubrir sus experiencias docentes y compartir con ellos las mías. En definitiva, Twitter es mi claustro de profesores en la red, un claustro sin límites y con una predisposición constante acompartir actividades y experiencia. Un claustro siempre activo.
@juandoming es Juan Domingo Farnós Miró. Mestro inclusivo, investigador TIC, observador de la Sociedad, Animador Sociocultural en dinámica de grups, historiador y amante del arte...Juandon ( juandoming en twitter), juan domingo...maestro, tecnosociólogo, comunicador, observador e investigador...de todo un poco y casi nada de nada.
Y por último la historia de Juan Domingo, en la que destaco principalmente un párrago "Cada día aprendo más “de” twitter, “con” twitter espero conseguirlo, de momento no es así, pero lo más destacable es que “mis amigos” si que me enseñan cosas, aprendo mucho de ellos, de sus inquietudes…por eso siempre intento ayudar en lo que puedo, aunque supongo que pocas veces lo consigo."
Y por último la historia de Juan Domingo, en la que destaco principalmente un párrago "Cada día aprendo más “de” twitter, “con” twitter espero conseguirlo, de momento no es así, pero lo más destacable es que “mis amigos” si que me enseñan cosas, aprendo mucho de ellos, de sus inquietudes…por eso siempre intento ayudar en lo que puedo, aunque supongo que pocas veces lo consigo."
Realmente no tengo ni idea, la verdad, todo comenzó un día de verano y por ahí seguimos, que se yo…. Realmente Twitter nunca me ha parecido nada del otro mundo, eso si, una potente herramienta de comunicación (no una Red Social, faltaría más…), pero con falta de alma –si existe claro-, mucho músculo pero sólo eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario